Aplicación del Vivir Bien ¿De quién es la TIERRA?

Aplicación del Vivir Bien

¿De quién es la TIERRA?

De esto dependerá tener alimentos accesibles, conservar la tierra y alcanzar justicia social

 

Hablar de tierra en Bolivia requiere distinguir desde qué ángulo se está hablando: Del punto de vista materialista (occidental, capitalista, judeo-cristiano: EN ESTE TEXTO LAS PARTES EN AZUL) o del punto de vista holista (oriental, amerindio: EN ESTE TEXTO LAS PARTES EN COLOR VERDE). En términos de economía, de una economía de acumulación capitalista lineal o una de un intercambio recíproco cíclico, de reciprocidad, o sea de la visión amerindia..

 

Esta distinción es importante para los tres temas que queremos tratar:

 

1. ¿De quién es la tierra?

2. El efecto de la cosmovisión en la seguridad alimentaria y la producción de alimentos.

3. El futuro de Bolivia y las dos visiones.

 

Al final del librito proponemos sugerencias para las políticas públicas en Bolivia.

1. ¿De quién es la tierra?

 

Empecemos respondiendo esta pregunta.

 

Para el punto de vista materialista u occidental es evidente:

La tierra es una cosa, un objeto que se puede mutilar, comprar y vender, y su pertenencia es individual.

 

Desde el punto de vista holístico, amerindio:

La tierra es un ser vivo, que no se puede dañar, comprar o vender, es una divinidad que convive con nosotros. Tiene la cualidad de producir alimentos, sustenta la vida de plantas, animales y seres humanos. Tenemos que retribuir los dones que nos da, pero sobre todo tenemos que venerarla.

 

Del punto de vista occidental

La tierra es una inversión. Tiene que ser rentable, o sea por su producción o por el alquiler. O en otros casos la tierra es un objeto para especulación, para recibir un precio mayor al venderla. Y en muchos casos la tierra es también un objeto para poner su dinero al resguardo.

 

Para los amerindios

La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra, por lo que es una Madre. En la práctica es la comunidad que administra los beneficios de la tierra, con su permiso, tal como un niño se alimenta de su madre. El comunario recibe el usufructo, no la tierra.

 

Para ilustrar, cómo la comunidad administra la tierra, veamos un ejemplo en Europa. Parece raro, que en Europa sea también la comunidad la que administra la tierra, pero esto indica, que el principio que la tierra no es de nadie, es válido en todo el mundo.

 

En Liechtenstein, pequeño país vecino de Suiza, en una región altamente industrializada que sin embargo mantiene también agricultura, hay un sistema que toma en cuenta que la tierra es de todos. En esa región, la tierra pertenece a la comunidad1 y entrega una primera parcela a los jóvenes cuando se casan. Luego se les proporciona una segunda parcela a los 30 años, una tercera parcela aproximadamente a los 50 años y una cuarta parcela cerca de los 60 años. Las últimas dos adjudicaciones dependerán de la disponibilidad de parcelas. Cada comunario conoce su lugar en la lista de espera. Si muere un comunario anciano quedan disponibles 4 parcelas, las cuales se las reparten el primero de enero de cada año, bajo el siguiente sistema: Una parcela se suministrará al que se haya casado ese año. La segunda en caso de que alguien haya cumplido 30 años. La tercera y cuarta se darán a los próximos de la lista de espera.

 

Con el aumento de la población, el tiempo de espera para la tercera y cuarta parcela es cada vez más largo. Para no hacer tan larga la espera, se ha disminuido el tamaño de la parcela, quiere decir se ha optado por dividir las parcelas en dos. Puesto que en la actualidad la población está disminuyendo, el plazo de espera también disminuye.

 

Lo importante es que las personas que han recibido esas parcelas las cultivarán toda su vida. De esta manera se asegura que ellos cuidarán la calidad del suelo. A la muerte de cualquier comunario, la tierra retorna a la comunidad para su distribución.

 

La misma comunidad también tiene tierras dentro del ámbito urbano, quiere decir, aptas para construir. Esas tierras se las entrega en alquiler con el derecho de construir con un alquiler anual. Si la persona construye una casa y quiere venderla, puede hacerlo sin problema y el alquiler tendrá que pagar el futuro comprador.

 

Además se cuenta con tierras comunales para la cría de ganado, las cuales están administradas por una sociedad de tenedores de ganado. Ellos se ocupan para no sobreexplotar la tierra, para que se mantengan limpias las praderas, que los cercos sean reparados cada año, etc. Igualmente abonan las tierras con el estiércol de las vacas que se acumulan en los establos comunales.

 

En contraposición, las prácticas del capitalismo plantean que

la tierra es de propiedad privada, hecho que muestra su rostro más grotesco respecto a la apropiación de tierras2.

 

A nivel mundial es un fenómeno con graves consecuencias. Corporaciones estatales y privadas compran tierra de muy grandes extensiones. El continente más afectado es África, donde en la actualidad en varios países, hasta el 20% de su superficie está en manos de corporaciones extranjeras, que producen alimentos para exportación o siembran palmeras de aceite para producir agro-combustibles. Países compradores de tierras son China, Libia, Corea del Sur, Arabia Saudita y otros. Mientras que países vendedores son Etiopía, Madagascar, Kenia, Congo, etc. Al momento hay 100 millones de hectáreas en manos de inversores.

 

Lo grave de esta situación es que, en muchos casos, la población nativa es expulsada de sus tierras y, como consecuencia, obviamente pierden su sustento, la aparición de hambrunas y múltiples secuelas.

 

En el capitalismo,

existe el fenómeno de los campesinos sin tierra, los expulsados, los privados de su modo de producir y vivir. La hambruna es un efecto directo de la distribución de la tierra.

 

En los sistemas holísticos de los países amerindios,

El trabajo es un privilegio que dignifica, y el alimento una dádiva, una donación, un presente. Puede haber una hambruna, pero será por consecuencia de factores externos principalmente por desórdenes del clima y donde la hambruna toca a todos por igual.

 

Otro efecto de la distribución de la tierra en el sistema capitalista,

es la explotación del trabajo, sea por los individuos capitalistas o por Estados capitalista. Si la tierra no es propia el trabajo es duro, y uno se siente explotado, porque al final el dueño se lleva el fruto del trabajo del campesino.

 

Mientras que en el mundo amerindio

El trabajo es festivo. Es entregar el esfuerzo a los seres amados. No se trata que el trabajo no sea duro, pero no se siente así. El trabajo es algo del ciclo de la vida, normal, es parte de la reciprocidad.3

 

En Bolivia hay muchas formas comunales de administración de la tierra. Estas tradiciones deben ser la base de una política sobre tierra. Tan diferentes como los paisajes son los modos de manejar la tierra por parte de las comunidades. Mostraremos dos ejemplos para analizar.

Es común, para todas las comunidades, que la tierra no se pueda vender, ni embargar, ni pagar deudas con la tierra. Pero hay algunas comunidades en las cuales la tierra se hereda. Este es el caso por ejemplo de Italaque en el departamento de La Paz. La tierra, aunque es de la comunidad, las familias las heredan a sus descendientes. Y por esa razón se puede encontrar tierras sin cultivar, ya sea porque sus “dueños” viven en la ciudad y no las alquilan, y también se encuentra comunarios con muy poca o ninguna tierra. Estos fenómenos muestran la influencia del sistema capitalista, puesto que originalmente no era así.

 

El segundo ejemplo es el caso en Sajama, en el departamento de Oruro, como una región que vive exclusivamente de la ganadería, pues las condiciones climáticas no permiten desarrollar agricultura.

En este caso, la tierra está dividida en “contribuciones” o sayañas, distribuidas una para cada familia. Las familias habitualmente viven en cada contribución, las cuales se encuentran muy dispersas. Algunas se encuentran hasta a 12 Km. del pueblo. Toda la tierra es de la comunidad, quiere decir no se puede vender ni embargar, pero sí se la pueden heredar. El heredero normalmente es el hijo mayor, y en algunos casos las “contribuciones” se dividen para proporcionar a más herederos. En la práctica se puede vender la “contribución”, con acuerdo de la comunidad respecto al comprador, de lo contrario no procede la venta. El hecho de que el principio de propiedad de la tierra es de la comunidad, también impide que se pueda pagar una deuda a cambio de tierra.4

 

2. La importancia de la tierra para la producción de alimentos.

Igualmente, si analizamos la tierra en la producción de alimentos se puede distinguir entre la visión occidental capitalista y la visión amerindia.

 

En el capitalismo

la tierra se entiende como medio de producción, igual como una máquina o una herramienta,

entonces su uso es muy diferente si es que

la concebimos como madre tierra, como un ser vivo, el cual es objeto de veneración y parte de un sistema de reciprocidad.

 

Lo que si es evidente es que por los métodos del sistema capitalista, donde el dueño puede hacer lo que quiera, la tierra apta para la agricultura disminuye por las siguientes razones:

 

En el primer lugar de esta lista negra se encuentran los insecticidas químicos, que en realidad son biocidas, pues matan todo lo que es vivo. Son mortales no solamente para las plagas para las cuales se los utiliza, sino – en mayor o menor grado – para todas las plantas y animales. Estos insecticidas químicos se quedan en la tierra, porque su desintegración necesita un tiempo muy largo. Por esa razón se acumulan cada vez más y con el tiempo ya no crece nada por la cantidad acumulada en la tierra.

 

En segundo lugar están los fertilizantes químicos. Estos matan a los microorganismos y el suelo se degrada lenta, pero constantemente. Con los años se necesita cada vez más fertilizantes para tener la misma cosecha. Después de unas cuantas décadas, aunque se utilice muchos fertilizantes, la producción disminuye. Una vez que se deja aplicar fertilizantes químicos el suelo necesita muchos años para recuperarse.

 

Posiblemente los dos documentos más importantes producidos hasta la fecha en temas de cambio climático y sus impactos en los Alimentos, los Ecosistemas y la Biodiversidad, son el Informe Stern5 y el Informe de las Naciones Unidas ONU-TEEB6.

Estos informes destacan que el estilo de dieta es el principal factor de explotación de la Tierra. Por ejemplo, que para producir 1 Kg de res (dieta occidental) se requiere, utilizar un espacio donde se pueden producir 20.000 Kg de papas o 100.000 choclos (dieta amerindia).

Esto es además una muestra de la falta de respeto por la vida – no humana – pues el modelo occidental es antropocéntrico.

Por otro lado el uso del agua, es completamente desproporcionado, pues 1Kg. de carne de res absorbe 15.000 litros en su producción, contra 226 litros que requiere un Kg. de papa7.

Esto es una muestra fehaciente de la sustentabilidad del modelo amerindio, agrícola artesanal. Por otro lado, es evidente que esto está directamente ligado a la contaminación ambiental.

 

El problema de los insecticidas y fertilizantes es más agudo en regiones como Bolivia, donde la capa del suelo fértil es muy delgada.

 

La erosión es otra de las causas para la disminución de la tierra apta para la agricultura. La erosión es un fenómeno en el cual la capa fértil de la superficie se pierde poco a poco. Normalmente esto sucede por el viento o por el agua, si el suelo no está cubierto con vegetación. Pero la erosión no es un fenómeno natural. La causa es la actuación del ser humano, principalmente por la deforestación y los monocultivos. Los bosques estabilizan la tierra, sobre todo en terrenos con pendientes. Deforestando la calidad de la tierra fácilmente se pierde. Los monocultivos igualmente causan de erosión. Al eliminar todo tipo de plantas para la siembra se favorece a la erosión. Después de la cosecha, la tierra queda otra vez sin una capa de vegetación y es afectada por la erosión. Muchas veces se eliminan también árboles que son una barrera contra el viento para poder trabajar mejor con los tractores.

 

Ejemplos de deforestación se ve en la zona de los Yungas en el Departamento de La Paz y en Santa Cruz, por el monocultivo de la coca en un caso y de soya en el otro; o por la ampliación de la frontera agrícola en Beni y Santa Cruz. Las lluvias fuertes, en todos estos casos, barren con la capa fértil del suelo.

Hay otras causas para el daño y la destrucción de la tierra. Por ejemplo, el uso de tractores pesados daña el suelo en mayor o menor grado.

 

Es verdad que el método moderno de producción ha aumentado los rendimientos de la tierra pero, al mismo tiempo, está amenazando a las bases mismas de la producción. No solamente destruye una gran cantidad de tierra cultivable, sino también consume mucha agua y especialmente agua subterránea, – la que las lluvias no pueden reemplazar -ensuciando los ríos, lagos e inclusive el mar.

 

La contaminación por la salinización es otra causa que degrada la calidad de la tierra. Esto se produce si se riega con agua que contiene un poquito de sal. Con el riego, esta sal llega a la tierra de cultivo y se quedará allí. Con los años esta sal se acumula hasta que el suelo resulta inservible para la agricultura.

 

En Bolivia la disminución de la capacidad productiva dela tierra es probablemente más grande que en otros países. Miremos algunos ejemplos:

El primer ejemplo es el estilo de producción agrícola de los Menonitas u otros empresarios privados en Santa Cruz. Sus tierras – que son realmente grandes extensiones – se vuelven inservibles para la agricultura en el lapso de 30 años. Esto por que se trata de prácticas de producción no adecuadas al suelo. Se utilizan muchas cantidades de fertilizantes químicos, que malogran el suelo poco a poco al matar los microorganismos.

 

Después de haber malogrado la tierra buscan otros lugares (muchas veces tierras fiscales) para empezar el mismo ciclo. Esto es un crimen. Daña a la naturaleza, disminuye la tierra apta para agricultura resultando injusto para la comunidad en su conjunto.

 

El segundo ejemplo son los productores de coca. Ellos siembran la coca en monocultivo y el suelo se agota en muy poco tiempo o se pierde por la erosión. Igualmente es un crimen, porque en una sola generación disminuye la superficie dela tierra apta para la agricultura, se roba el futuro a los hijos y a los nietos. Es una acción criminal tan similar o peor que el tipo Menonita. Están contribuyendo de manera letal a la destrucción de nuestro país y del planeta.

El tercer ejemplo son los productores de quinua en Oruro y Potosí. Malogran la tierra por trabajarla con tractores, la que se destruye debido al frágil equilibrio de la naturaleza.

En general se podrá decir, que cada planta, que se produce a gran escala fuera de su ámbito habitual genera problemas en la tierra. En Bolivia es el caso de la producción de arroz y de soya, que necesitan muchos fertilizantes e insecticidas.

 

Muy diferente es el método de producción en el pasado.

Si se considera a la tierra como un ser vivo, uno se acerca con respeto. Se trabaja junto con ella, se la considera como una relación de reciprocidad. Se le da abono, cuidado, trabajo, riego, la construcción de andenes, y se recibiendo por contrapartida los alimentos.

 

Y realmente si se trabaja junto con la tierra y no en contra ella, los resultados son sorprendentes. La permacultura lo demuestra. La tierra da frutos cada año abundantemente, y sin embargo no se agota. Igualmente sorprendentes son los métodos de bioagricultura, que prescinden de todo tipo de insecticidas y fertilizantes químicos.

La técnica antigua de riego y de la construcción de suka kollos y andenes, son ejemplos grandiosos, de un trabajo junto con la tierra.

 

La agricultura moderna no puede garantizar nada de esto, especialmente porque necesita extensiones grandes, las cuales solo pueden ser trabajadas con maquinaria.

El reto es entonces tener una agricultura sustentable que cuide el suelo y que produzca sin petróleo

 

Esto solamente es posible con unidades pequeñas de producción, en las cuales los campesinos conozcan su tierra, sus particularidades climáticas, que tengan semillas adaptadas a la región, etc. Solamente en pequeñas unidades se puede mantener lagos pequeños, bosques y árboles aislados. Todo esto es necesario para mantener la biodiversidad, que es tan importante para un equilibrio de la naturaleza a largo plazo.

 

Además de las diferencias en el sistema de producción están las diferencias en los productos de cada sistema occidental o amerindio.

 

Lo típico para el capitalismo es que el productos de la tierra sólo sean una mercancía. Se los toma como productos para enriquecerse. Por eso se produce para el mercado, para que la gente puede comprar.

En la producción de agrocombustibles es más palpable. Se produce palmera de aceite en vez de alimentos, porque las palmeras de aceite tienen mayor precio que los alimentos.

 

En las sociedades amerindias se produce para el propio consumo. Los alimentos son vida y energía. Los alimentos sirven para continuar con la reciprocidad. La relación con los demás es importante y no así la mera ganancia. En el apthapi cada uno da lo que puede y toma lo que necesita. Solamente lo que sobra va al mercado.

 

Por otra parte, mientras la tierra productiva o la productividad primaria de la tierra disminuye, la población aumenta. A nivel mundial la población crece a un ritmo anual de 1.09%. En Bolivia este ritmo es todavía más alto, es de 1.69%.

La presión de la población en Bolivia, no es tan grande como en otros países, pero en algunas regiones agrícolas el aumento de la población provoca la migración involuntaria interna y externa, porque ya no hay tierras aptas disponibles.

 

Las consecuencias de esta situación.

 

La primera consecuencia de esta situación es el aumento constante de los precios de los alimentos. Estos han sufrido un incrementoen un 36% desde el año 2006, y últimamente han acelerado su subida. Es muy probable – casi seguro – que seguirán subiendo. En primer lugar por la disminución de la tierra cultivable y el aumento de la población, pero una razón no menos importante es la escasez del petróleo que implica el aumento de su precio.

 

La agricultura moderna utiliza mucho petróleo, puesto que se produce con el uso de tractores y maquinarias que utilizan diesel. Si el precio del diesel aumentara, aumentarían también los precios de los alimentos. Por consecuencia también aumenta el precio de los fertilizantes y los insecticidas están hechos en base al petróleo.

 

La agricultura tradicional en cambio no utiliza energía en base a petróleo, sino en base al trabajo de los animales. Si hablamos de seguridad alimentaria, obviamente la agricultura tradicional brinda esta seguridad, mientras la agricultura moderna depende de las maquinarias las cuales dependen del petróleo.

 

En Bolivia ya se nota este aumento de los precios de los alimentos. Lo que sería mucho más fuerte, en el caso de suspender la subvención del diesel. Una experiencia clara es el aumento fallido de la gasolina y del diesel el 26 de diciembre del 2010, cuando inmediatamente subieron los precios de los alimentos.

 

3. El futuro de Bolivia y las dos visiones.

 

Ya en los capítulos anteriores se ha mostrado la diferencia entre la visión antropocéntrica8 y la visión cosmomórfica9. Acá ampliaremos otros aspectos de esta diferencia.

A las dos visiones – la occidental/capitalista y la del mundo amerindio – se las puede contraponer con las palabras desarrollo y vivir bien, correspondientemente.

 

El “vivir bien”10 es momento de armonía, como por ejemplo en una fiesta o cuando no hay peleas en la familia ni en la comunidad, cuando la cosecha está realizada, el ganado bien nutrido o el tiempo es adecuado a la temporada. El vivir bien es un instante, es un sentimiento, no es medible.

 

El “desarrollo” – como paradigma occidental – está dirigido al futuro, es lineal y tiene una sola dirección. El desarrollo – de por sí – está condenado al fracaso, porque no habrá crecimiento sin fin, mejoramiento sin fin, aumento sin fin. El concepto de desarrollo capitalista se creo hace unos 150 años y ya estamos al borde del colapso, por la destrucción del medio ambiente y del calentamiento global. Pero no solamente por colapso del sistema, sino del colapso del planeta entero.

 

El vivir bien se basa en las relaciones: Un ser humano es rico, si tiene muchos ahijados y ahijadas, si tiene prestigio y vive en armonía con su comunidad.

 

Mientras que en la sociedad occidental, un ser humano es rico, si tiene muchos bienes, una cuenta bancaria muy grande, una casa lujosa, un automóvil de último modelo, et, etc.

 

El amerindio se siente parte de la naturaleza, no tiene que hacer nada más que vivir según las reglas naturales.

Por esa razón no siente la muerte individual. Es un paso dentro de la red cosmológica.

El va ser ahora ancestro, que es parte del cosmos. Por esa razón los y las jóvenes hacen el amor preferentemente en la fiesta de todos los santos. Es en esa fecha que los muertos están presentes, y es en esa fecha que hay que crear nueva vida.

 

Para los occidentales la muerte es trágica. Si uno ha trabajado toda su vida para ser alguien, para destacarse, y de repente llega la muerte es aterrador. Por esta razón no se quiere ver la realidad de la muerte. Se la encarga a una empresa funeraria todo lo que está relacionado con la muerte. Se cierra los ojos ante la muerte.

 

La seguridad vivencial, es decir la seguridad de que no te mueras de hambre, que no te dejen desamparado y la seguridad ciudadana, es decir la seguridad de que no te roben, ni maten, en el modo de vida amerindio, está asegurada por la comunidad.

 

La vida occidental contrariamente está plagada de problemas de seguridad, porque cada uno tiene que proteger sus bienes y su vida está aislada, porque es individualista. Robos y asesinatos están al orden del día.

 

Ahora bien, si la tierra la pensamos como parte del territorio, inmediatamente podemos comprender que la palabra territorio incorpora una serie de características importantes igualmente diferenciadas en dos visiones.

En el occidente, para lograr el desarrollo incremental y sostenido el sistema ha tenido que propiciar un proceso de desterritorialización que implica la transformación de la tierra en mercancía, la ruptura del esquema sagrado-profano, la eliminación de los valores asociados con la pertenencia, la identidad, el enraizamiento en un lugar y la apropiación simbólica de parte de los individuos y de las comunidades del terruño donde se instalaron.

Nuestros pueblos tuvieron la sabiduría de iniciar un proceso de territorialización en miles de años de relación profunda y constante con la tierra que fue interrumpido por la colonización y que, afortunadamente no fue concluido y no abarcó la totalidad de nuestro territorio.

En ese caso el territorio es más que la “tierra” porque implica una dimensión cualitativa holística en la palabra –territorialidad- y no se refiere sólo a lo físico sino también a lo social, cultural y como memoria comunal sobre toda la vida y de la sociedad de las comunidades es decir, como una escritura, como su memoria. Es parte del mundo de los comunarios. En el territorio están las señales, las marcas de un proceso de territorialización que comenzó hace miles de años. Entonces lo que hay que proponer en este caso es un proceso de reterritorialización que es volver a apropiarse del territorio.

 

Para nosotros está claro que el futuro debe estar basado en la visión del Vivir Bien. El bienestar de las personas no se puede asegurar con el sistema capitalista, pero si con el sistema de reciprocidad.

Un aspecto importante de este sistema de reciprocidad y del Vivir Bien es la distribución de la tierra, como lo hemos descrito más arriba.

 

4. Políticas públicas

 

El futuro no se ve nada promisorio. El precio de los alimentos seguirán subiendo , puesto que el petróleo en el planeta se termina, por las consecuencias nefastas del cambio climático a través de las inundaciones y sequías, por el colapso de los océanos, que dejan sin alimento a muchísima gente y por el hecho de que la destrucción de tierra apta para agricultura no se podrá frenar rápidamente.

La producción de alimentos será cada vez más importante.

 

Bolivia es privilegiada porque tiene mucha tierra para producir alimentos, pero si queremos mantener la calidad de tierra y dejar intacta la capacidad de producción para las próximas generaciones tenemos que optar por una agricultura orgánica, sin fertilizantes e insecticidas químicos, sin el uso de petróleo, cuidando la biodiversidad y el medio ambiente.

 

¡Este es el futuro para Bolivia (y también para el mundo)!

 

Bolivia es un país en el cual viven las dos culturas descritas, quiere decir la cultura con la cosmovisión antropocéntrica y la cultura con la cosmovisión cosmomórfica. Esta es una suerte, una verdadera fortuna. Porque la implementación de la agricultura biológica, no tendrá mucha resistencia, más bien puede sustentarse en las tradiciones de la mayoría de los productores.

 

Las medidas concretas de un gobierno que toma conciencia de estos problemas, debería poner en marcha los siguientes aspectos:

 

  1. Evitar la apropiación de tierras por corporaciones extranjeras. Simplemente se debe prohibir la compra de tierras a corporaciones extranjeras y para personas extranjeras poner la condición de una permanencia de máximo10 años o menos según los casos.
  2. Se debe prohibir la producción de agrocombustible a gran escala.
  3. Se debe terminar con la subvención del diesel, para que la agricultura tradicional sea más competitiva respecto a la agricultura moderna.
  4. Se debe terminar la subvención de las importaciones de alimentos puesto que los altos precios de alimentos incentivarán la producción interna.
  5. Se debe incentivar el retorno al campo. Para incentivar este punto se debe mejorar la infraestructura, principalmente acceso a la electricidad, al Internet, a escuelas superiores, etc. en el campo
  6. La política de Tierra para el Estado debe basarse en los usos y costumbres de las comunidades.
  7. De ninguna manera se debe promocionar la propiedad privada repartiendo tierras fiscales.
  8. Las comunidades deben empezar a pedir una contribución sobre las tierras que dan en usufructo a los comunarios. Estas recaudaciones deben servir para cubrir gastos ordinarios de la comunidad, pero también para comprar tierra en caso de que haya propiedades en manos privadas.
  9. No se debe ampliar la frontera agrícola, sino producir los alimentos sin desperdiciar la tierra, quiere decir se debe producir más racionalmente.

1 Sin embargo en esa comunidad hay también propiedad privada sobre la tierra. Pero la mayor parte de la tierra en general y de la tierra apta para la agricultura en particular está en manos de la comunidad. Desde que se puede recordar, la comunidad nunca vendió tierra a personas privadas.

 

2 Esa apropiación de tierras a grande escala y muchas veces con métodos no muy limpios, tiene ya una expresión técnica, se llama acaparamiento de tierras (land grabbing).

 

3 En muchas culturas no existe una palabra para trabajar. Y en un tribu, cuando se les ha pedido crear una palabra, han creado una palabra compuesta que traducida decía: “Casi morir”

 

4 Hacer endeudar a la gente para después ‘robarles la tierra’ es un método muy usual en todo el planeta. El altiplano no es una excepción. Donde por lo menos en principio la tierra es de la comunidad no es posible ese método de apropiación.

 

5 El Informe Stern sobre la Economía del Cambio Climático, por el economista Nicholas Stern, presidente del Instituto Grantham de Investigación sobre el Cambio Climático y Medio Ambiente de la Escuela de Economístas de Londres.

 

6 TEEB – La economía de los ecosistemas y la biodiversidad,

Patrick ten Brink, Augustin Berghöfer, Christoph Schröter-

Schlaack, Pavan Sukhdev, Alexandra Vakrou, Stephen White

y Heidi Wittmer.

 

7 National Geographic.

 

8 El hombre como centro.

 

9 La palabra más conocida es cosmocéntrico. Pero esa palabra sugiere que hay un centro, el cosmos. En la visión amerindia sin embargo no hay ningún centro, es una totalidad y este es el cosmos. Eso quiere expresar la palabra cosmomórfico.

 

10 Utilizamos el vivir bien como traducción del suma qamaña, aunque la traducción no está bien lograda.

 

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