Terra Nova – Proyecto para un mundo libre

DD_59_small3Por: Dieter Duhm

Enero de 2013

La sociedad actual está siendo destruida por contradicciones internas, que ya no se pueden disolver con los medios convencionales. El hombre es un “zoon politikon”, un ser social y está, como tal, sujeto a las leyes de la sociedad. Al mismo tiempo también es, por su naturaleza corporal y mental, miembro de la biosfera y está, como tal, sujeto a las leyes de la vida orgánica. Si estas dos tablas de la ley se contradicen entre si, surgen la enfermedad, el crimen, la violencia y la guerra. Hoy en día estamos viviendo una escalada planetaria de esta contradicción. Estamos experimentando a nivel mundial epidemias de enfermedad y violencia. La humanidad se ha organizado falsamente. Ha construido una forma de vida, que no concuerda con las leyes de la vida. Hemos llegado a un límite apocalíptico, más allá del cual, no es posible sobrevivir. Para superar el callejón sin salida, no necesitamos mega ciudades, ni tecnologías billonarias para la emigración a Marte (aunque también podría llevar a resultados interesantes), sino que necesitamos conceptos inteligentes para un nueva forma de habitar el planeta Tierra. No necesitamos ninguna reforma, sino que necesitamos una nueva dirección en la evolución humana. Estamos al comienzo de la mayor revolución en la historia hasta el momento actual.

El nuevo camino requiere la re-incorporación de la vida humana en las leyes fundamentales del Universo y la Tierra. Estas incluyen las leyes éticas, sociales, biotópicas. Cualquier acto de violencia, que infligimos a cualquier criatura, regresa a nosotros de nuevo como enfermedad o locura. La civilización venidera está libre de cualquier crueldad. Las plantas y los animales son socios en la evolución de nuestra biosfera, que recorremos juntos.

En el proyecto Tamera estamos trabajando hacia poner en practica estas ideas desde hace 18 anos. En las nuevas áreas de investigación ecológica, tecnológica y social, intentamos incorporar nuestro mundo humano en el orden más elevado del mundo de la vida. Por encima de todo, estamos trabajando en paisajes de retención para la curación del agua y en nuevos sistemas sociales para la curación del amor. Millones de niños corren indefensos y abandonados por el mundo, debido a que sus padres viven relaciones irresueltas. Infinitas tragedias humanas fueron causadas por anhelos insatisfechos y relaciones amorosas fracasadas. Para terminar con la secreta guerra de los sexos necesitamos un nuevo orden social y ético, y una nueva visión del amor. Para la curación del amor como para la curación del agua tenemos que superar las actuales formas de acuartelamiento y sustituirlas por formas orgánicas. La ecología de la nueva era consiste en la cooperación no-violenta con la naturaleza y todas sus criaturas. La tecnología de la nueva era no se basa en la ruptura de resistencias (explosión), sino en la resonancia con las fuerzas de la naturaleza. El agua tiene un increíble poder de auto-limpieza, si la dejamos moverse por sus propios patrones de flujo, en lugar de introducirla a la fuerza en canales artificiales. La naturaleza trabaja con altas tecnologías insuperables en todos los ámbitos. Contiene poderes inherentes de curación con los que también pueden soportar y curar la devastación más severa. Esto se aplica a la curación del cuerpo humano, como a la curación de toda la biosfera.

El poder interno de la naturaleza se nos ha mostrado en nuestro proyecto, en el sur de Portugal, en el que un paisaje erosionado y medio muerto de sed, a través de la construcción de estanques de retención, se pudo transformar en un paraíso para las plantas y los animales. Tales posibilidades de curación local son impedidas aún hoy a través de los métodos de la globalización – a menudo con cargas militares. Hoy en día estamos viviendo una guerra mundial entre las fuerzas de la vida y los poderes de destrucción. Las fuerzas de la vida triunfarán, cuando los trabajadores de paz de todo los países vean una utopía concreta, y cuando la indignación del mundo esté conectada a la gran concepción de la nueva tierra. Cuando la vida vence, no puede haber más perdedores.

Las hambrunas y las catástrofes naturales son casi siempre el resultado de la errónea gestión humana, que a su vez es causada por la política de los bancos, las logias y las corporaciones. Pero su tiempo ha expirado, la época de la globalización capitalista no puede continuar sino es a través de inimaginables derramamientos de sangre y la destrucción masiva de la naturaleza, los bancos y las corporaciones lo saben. Sus iluminados deben considerar, si quieren cambiarse de bando a tiempo. La búsqueda mundial de una alternativa tiene que incluir ahora las leyes de la vida y debe reconocer que, también los animales que se crían para la producción industrial de carne o de abrigos de piel, tienen un corazón y un alma. Aquí yace el más profundo cambio de sistema: se trata del cambio de una mecánica asesina a una ayuda compasiva – y no sólo en el sentido cristiano de amor al prójimo, sino en el sentido de aquel orden cósmico, que nosotros llamamos “Matriz Sagrada”.

Agua, alimentos y energía están disponibles para todas las personas de forma gratuita, si se producen siguiendo las leyes de la naturaleza y no las leyes del lucro. Las casi ilimitadas fuerzas productivas de la naturaleza posibilitan casi ilimitadas posibilidades de autosuficiencia. El cambio de sistema desde las leyes del lucro a las leyes de la vida no es una cuestión ideológica, sino una cuestión de supervivencia colectiva.

Toda la vida y todas las comunidades naturales están organizadas según el patrón de la Sagrada Matriz. Todos los seres están conectados por una matriz interior, que se expresa en las relaciones humanas como confianza, solidaridad y apoyo mutuo. También entre los humanos y todos los seres de la naturaleza rigen estas cualidades internas. Terra Nova, la imagen de la nueva tierra, muestra una civilización humana, que se encuentra en una relación llena de confianza y de solidaridad con la civilización circundante del reino natural.

El mundo humano necesita una información nueva. Es controlado desde algunos milenios a través de la información de la violencia y la guerra. Los pueblos se han perseguido mutuamente y se han asesinado entre ellos. Todos los estados actuales han surgido de una historia sangrienta. Los daños sufridos son demasiado terribles como para ser descritos. Se han pasado de siglo a siglo. Esta cadena diabólica ha dejado terribles heridas en el cuerpo colectivo de la humanidad. Todos sufrimos de un trauma humano, que ha dejado imágenes oscuras y temores en nuestra alma colectiva. El trauma se seguirá repitiendo de generación en generación, hasta que reconozcamos sus causas y las borremos. Muchos intentos de renovar, numerosos llamamientos a la paz, muchos proyectos alternativos fracasan por el muro colectivo que se ha construido en el interior de las personas a lo largo de miles de años de historia de guerra. Es el muro del corazón cerrado. La tarea de los nuevos centros es la de superar el trauma histórico, abrir el muro traumático (“la coraza”) y convertir el holograma del miedo en un holograma de confianza. Para hacer eso, tenemos que girar un interruptor global. El interruptor, que hasta ahora había activado la información de violencia y guerra, debe girar ahora hacía la información de confianza y cooperación. Esto sucede no sólo a través de la oración, sino a través de una planificación concreta y la puesta en práctica del nuevo mundo. Tenemos que decidir de qué lado estamos. En nuestros hogares y jardines, nuestras instalaciones para el agua, la energía y los alimentos, nuestras relaciones amorosas y de pareja, nuestros sistemas sociales y políticos, decidimos sobre qué información enviamos al mundo. La construcción de los nuevos centros es la decisión colectiva de las personas, que son conscientes de la situación y por lo tanto giran su interruptor interno en la dirección de la vida: esa es la dirección de la solidaridad y la cooperación, la confianza y la verdad – también la verdad en el amor. !Cuánta violencia y sufrimiento ha sido causado únicamente por las mentiras en el amor! No habrá paz en el mundo mientras haya guerra en el amor. En ninguna parte es el daño traumático tan fuerte como en el área del amor y la comunidad. Con la pérdida de la comunidad perdió la humanidad su fuente ética. Para restaurar valores originales como la verdad, la solidaridad y la confianza, necesitamos comunidades que funcionen. La construcción de comunidades de confianza que

funcionen es uno de los objetivos más elevados y más difíciles de la actual revolución.

La nueva civilización se desarrolla a partir de una red de nuevos centros, que están conectados con las leyes del orden universal de la vida. En esta conexión tiene efecto la onda portadora de la “formación de campos morfogenéticos”. Debido a que todos están relacionados con el mismo orden de la Sagrada Matriz, reclaman de la base de datos cósmica la misma información, que es necesaria para la realización de los pasos hacía la nueva época. Tan pronto como el campo portador esté establecido, comienza el proceso del campo morfogenético por sí solo. Se forma un nuevo campo global. Se difunde bajo tierra como el micelio del hongo y produce las nuevas fuerzas que son capaces de romper las losas de hormigón. El resultado de este nuevo proceso histórico es fácil de ver: en todo el mundo surgen las nuevas células, los jardines y los paisajes de retención, las escuelas y las bibliotecas, las universidades modelo y los biotopos de curación que difunden el mensaje de la nueva vida. La humanidad está “madura” para la mutación. La primavera árabe se ha convertido en una revolución mundial, que ha encontrado su gran objetivo humano. Aquí no impera la violencia, sino la solidaridad de una nueva comunidad planetaria.

Trabajamos a nivel internacional en la creación de biotopos globales de curación. El “Campus Global” es una universidad internacional, con bases en varios países, donde las ideas básicas y los objetivos de nuestro trabajo han de ser aprendidos y puestos en práctica. En el centro del trabajo actual está la Escuela de Paz Tamera en el sur de Portugal. Para poder financiar la continuación de nuestro trabajo, necesitamos patrocinadores. !Por una buena cooperación!

En nombre de la calidez por todas las criaturas. En nombre de todos los niños del mundo.
En el nombre del amor.

Gracias y Amén.

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