Las Eco-aldeas como una alternativa radical para la crisis.
Europa está en crisis.
La política tradicional intenta resolver la crisis con los remedios de siempre: Más inversión, más crecimiento, más deudas públicas y privadas, lo cual quiere decir: Más destrucción del medio ambiente, aumento de la brecha entre ricos y pobres, más estrés por competencia e inseguridad, más enfermedades síquicas. Si se lograría resolver esta crisis aplicando estas medidas, solo serviría para ganar tiempo, y después estallaría una crisis más grande.
Ya es bien conocido que con estas medidas no se logra y la crisis sigue. Sin embargo como siempre, en estas situaciones se encuentra también algo positivo: Intentos de resolverla desde las raíces por ejemplo construir y vivir en eco-aldeas.
Las Eco-aldeas no son una idea nueva. Desde los años 70 del siglo pasado muchos jóvenes se han juntado para buscar otra forma de vida. Y normalmente se han retirado al campo, viviendo junto con la naturaleza, produciendo sus propios alimentos e intentando una nueva forma de convivencia. Algunos de estos intentos han fracasado, otros existen hasta hoy en día.
Las eco-aldeas son realmente una alternativa para muchos problemas esenciales de hoy:
- Destrucción del medio ambiente
- Fin del petróleo
- La producción de alimentos no sustentable
- Estrés, angustia por el futuro, enfermedades síquicas.
Todos estos problemas se resuelven de alguna manera en las eco-aldeas:
- Casi ningún integrante de una eco-aldea tiene un auto, normalmente son vegetarianos, cuidan el campo con biodiversidad, lagunas, refugios para animales y otros elementos que protegen el medio ambiente.
- Todos intentan ser autónomos en energía, y como no utilizan mucha, la mayoría lo logra.
- Todos están produciendo sus alimentos con agricultura biológica. No utilizan abonos ni fertilizantes químicos. Ellos producen de tal manera, que en 200 años se puede producir lo mismo en el mismo terreno, y con mejores resultados, porque con ese modo de producción la calidad de la tierra se mejora.
- Su convivir les da seguridad en la vida, y obviamente minimizan las situaciones de estrés. La carga de la vida, por ejemplo en la educación de los niños, en la producción de alimentos, etc., no recae únicamente sobre el individuo, sino sobre la comunidad. La dificultad está en el convivir. El convivir requiere mucho tiempo, todas las reglas deben estar acordadas democráticamente en asambleas. Pero no solamente se debe invertir tiempo, sino se necesita madurez y un esfuerzo constante para madurar.
Los conflictos entre los integrantes de las eco-aldeas, es la causa mayor de los fracasos. Por esa razón en la actualidad se intenta nuevas formas de convivencia, buscando siempre un buen equilibrio entre privado y comunitario. Lo que una vez más, requiere mucha madurez y mucho esfuerzo. Pero el esfuerzo está gratificado con una vida plena, con un enriquecimiento personal y con fuerza para ir construyendo su futuro y el futuro de las generaciones venideras.