Explorando las Sociedades Matrifocales – Tomo I

 

Explorando las Sociedades Matrifocales - Tomo I

Explorando las Sociedades Matrifocales – Tomo I

Preámbulo

El círculo Achocalla publica cuatro libritos sobre sociedades matrifocales y el patriarcado. Estos libritos son un resumen de otros cuatro libros[1] sobre el tema, con algunas visiones bolivianas.

Cada librito puede ser leído individualmente. Para tener un mejor panorama del tema, recomendamos leer la colección completa, y mejor si se complementa con la literatura sugerida en bibliografía.

La evolución de la especie Homo

(40.000 hasta 4.000 años antes de nuestra era[2])

La evolución humana empieza en África:

  • Hace 2,5 millones de años vivió ahí el primer antepasado de la especie homo, l@s[3] homo habilis, que andaban en dos pies, fabricaban y utilizaban herramientas.
  • El próximo paso fueron l@s homo erectus que ya tenían un cerebro más voluminoso. Ell@s salieron de África por primera vez.
  • Hace 600.000 años aparecieron l@s homo heidelbergensis, que vivieron en gran parte de Europa y el Oriente medio.
  • La especie homo pekinensis vivió entre los años 500.000 hasta 250.000 en Asia.
  • Hace 150.000 años l@s homo sapiens, se desarrollaron en África. Vivieron en la actual Etiopía. También habitaron Europa durante milenios paralelamente con l@s homo heidelbergensis, sin embargo, ésta especie desapareció.
  • La especie homo sapiens se dispersó por todo el mundo. Ya hace 60.000 años, llegó hasta Australia y las Américas.
  • Desde hace 100.000 años, la especie homo sapiens ya tenía el mismo volumen de cerebro que nosotr@s.

Los primeros artefactos que pueden dar alguna indicación sobre la vida de est@s human@s y sobre su cultura, datan de hace 35.000 años aproximadamente. Fueron recolectores y cazadores quienes hicieron los primeros dibujos y figuras en las cuevas. Eran figuras de mujeres, puesto que eran ellas quienes producían los nacimientos y que, por lo tanto, tenían una relación más cercana con lo incomprensible, lo místico, lo sagrado.

Siguiendo la evolución, otro gran paso de la humanidad fue el invento de la agricultura. Probablemente, al observar la germinación de las semillas recolectadas, las mujeres se dieron cuenta de la posibilidad de plantar las semillas y así inventaron la agricultura, que reemplazaba la era de recolección y caza. Más tarde se domesticaron animales, primero ovejas y cabras, luego vacunos. A partir de 4.000 años a.n.e. se aceleró el progreso con la elaboración de los metales. Primero el cobre, después el bronce y al final el hierro.

La domesticación del caballo posibilitó recorrer grandes distancias en corto tiempo. Y, al mismo tiempo, se inventó la rueda, que posibilitaba trasladar bienes en carros. Estos dos últimos acontecimientos coincidieron con el surgimiento del patriarcado, el cual cambió radicalmente nuestro mundo.

Hace 3.000 años se inventó la escritura y así se ingresó a la época histórica.

La evolución se diversificó ampliamente, en varios lugares, a distintos ritmos y con diversos objetivos. La evolución no era unidireccional, pues mientras en Europa se desarrolló el patriarcado, en otras regiones se mantenían las sociedades matrifocales. En la actualidad se pueden encontrar sociedades con diferentes expresiones de orden social y también con diferentes modos de producción. Desde el punto de vista evolutivo, ni el orden social define al modo de producción, ni el modo de producción define al orden social, pues ambos pueden tomar distintos rumbos.

 

El origen: lo matrifocal

Desde los primeros tiempos las sociedades estuvieron organizadas en tribus alrededor de la madre. La mujer era muy admirada, porque era ella la que daba nacimiento a otr@s human@s. Por ese motivo, las primeras figuras talladas en piedra eran mujeres; se las puede interpretar como diosas. Ejemplo: la Venus de Hohle Fels, 35.000 años a.n.e.

La ciudad de Catal Hüyük es una clara referencia de estas culturas. Era una ciudad ubicada en la actual Turquía, en la cual podían vivir como 2.500 personas. Recién en los años 60 del siglo pasado se encontró esta localidad. Al haber quedado muchas reliquias, tumbas, pinturas etc. se puede interpretar la vida y las costumbres de sus habitantes.

L@s primer@s residentes de esta ciudad vivieron 7.200 años a.n.e., en la época neolítica. Esta región ya fue habitada 3.000 años antes por recolectores, quienes pasaron a ser agricultores antigu@s, cultivando los cereales que existían en su forma natural. Esto era un trabajo realizado, en su mayoría, por grupos de mujeres, mientras los hombres seguían dedicándose a la caza.

En esta época se formaron las primeras aldeas y ciudades. Una de estas ciudades fue Catal Hüyük. Con el invento del arado y del riego hace 7.200 años a.n.e., la agricultura se desarrolló rápidamente, y la gente pudo establecerse en sitios fijos (asentamientos). Luego se produjo el pastoreo y crianza de cabras y ovejas. Más tarde se domesticaron los vacunos, que se podían usar como animales para jalar el arado y así mejorar la agricultura y producir más alimentos.

De 35.000 a 8.500 años a.n.e. se encontraron mayormente figuras femeninas talladas; del año 8.200 data la primera figura que representaba una pareja abrazándose y un niño al lado. Fue en este periodo que, a través de la crianza de ovejas, la gente se dio cuenta de la relación entre el placer sexual y el nacimiento de los seres. Colocando a hembras de ganado en cautiverio, sin ningún macho cerca, no se producía la fecundación y por lo tanto no había ningún nacimiento, y así lo asociaron con la experiencia humana, por simple comparación. Antes de ese suceso, no se conocía el papel del varón en la reproducción; algun@s etnólog@s describieron tribus que, incluso en la actualidad, no conocen la relación entre placer sexual y la concepción, es decir, que solo se reconoce a la madre como progenitora y no así al padre.

Esta teoría se explica que, la mayoría de las mujeres, solo parían cada 3 o 4 años, debido a que, al amamantar no podían embarazarse nuevamente, entonces no había una relación directa entre el placer sexual y el nacimiento de niñ@s.

 

La gran diosa

En Catal Hüyük se encontraron muchas figuras, mayormente de mujeres. En muchos dibujos, la mujer está en posición de parto; en otros dibujos, se ve a la mujer pariendo animales, como ovejas machos, toros, etc. Esto podría simbolizar que las mujeres eran consideradas diosas, capaces de dar vida a human@s o animales.

Junto con el aspecto de dadora de vida, la diosa también tiene el aspecto de la muerte. En Catal Hüyük hay un cuadro muy expresivo de un buitre, y al lado aparecen humanos sin cabeza. Estos dibujos se encuentran en la pared opuesta a la que tiene dibujada la diosa en posición de parto.

Aparte de los aspectos de vida y muerte, en otro dibujo la mujer-diosa aparece abrazando a un joven dios.

En toda esta época no hay un dios padre o una pareja original, solamente se adoraba a la gran diosa. Junto con la mujer-diosa aparece la sacerdotisa. Sin embargo, también había sacerdotes, aunque en un rango inferior, como se puede ver en las tumbas de Catal Hüyük.

La condición del varón en las tribus matrifocales

El varón no tenía un rol específico en las tribus matrifocales prehistóricas. Los hermanos de la mujer eran los que estaban más cerca a ella, lo cual es lógico, porque después de la relación entre madre e hij@, la relación entre hermanas y hermanos es la más estrecha. Los progenitores varones de l@s hij@s no jugaban ningún rol importante. Pero tampoco los otros varones tenían roles específicos dentro de la tribu, mientras el rol de la mujer estaba definido por la función reproductiva. Y, debido a ese rol en común, se formaban grupos de mujeres que se colaboraban mutuamente en las tareas de crianza de l@s hij@s.

Los varones, en cambio, no pertenecían a un grupo que se creara espontáneamente por una función, como en el caso de las mujeres. Por el contrario, tenían una condición desfavorable, y es muy posible que, el origen del patriarcado radique en esa condición adversa del varón en las tribus, la cual se extendió en el tiempo, porque las primeras actividades productivas, igualmente eran desarrolladas por mujeres: la alfarería, la tejeduría e, igualmente la agricultura.

Ante la condición de la mujer, como creadora de cultura y de vida, el desprestigio del varón era más notorio, y quizá, por ese motivo, haya enfocado su frustración hacia actividades que eran más exigentes en fuerza física y en dominación.

Si a esta condición se suma el desarrollo de un matriarcado, en el que las mujeres no solamente eran el centro de la sociedad, sino que tomaban el dominio, excluyendo a los varones, es posible que, por resistencia se produjera el inicio del patriarcado.

Algunas descripciones de sociedades chinas, sugieren que existen sociedades matriarcales actuales, en las que el varón está excluido de la toma de decisiones, así como la mujer es excluida en sociedades patriarcales.

La vida en las comunidades matrifocales

Una casa prehistórica era para todo un clan; también habían casas pequeñas que estaban ubicadas de tal manera, que formaban entre si un patio interior. Esto es típico para las tribus matrifocales hasta hoy en día, por ejemplo, los mosetén en el Beni, utilizan una sola casa para toda la tribu.

Las tribus matrifocales en la antigüedad y en la actualidad, fueron comunidades para vivir y producir junt@s. Siempre se componían de varias generaciones y tod@s l@s habitantes eran parientes por parte de la madre. Madres, abuelas, tíos, tías, hermanas y hermanos, nietos y nietas, etc. Las mujeres podían recibir un varón externo a la tribu, o este hombre podía vivir temporalmente con el clan, pero el varón siempre estaba ligado a su propio clan de parientes matrilineales.

No había una separación específica de trabajos. En la vida de la tribu no había una jefa o jefe determinado, sino personas que ganaban respeto y atribuciones según la sabiduría de la experiencia o por su habilidad en algunas actividades. Era una organización ácrata[4], a través de la comunidad y del sentido de pertenencia. Por ejemplo, en una empresa familiar, pueden existir tres generaciones trabajando juntas, sin ninguna jerarquía, donde tod@s pueden opinar libremente sobre asuntos del trabajo, y donde l@s hij@s menores también puedan asumir responsabilidades en algún aspecto del trabajo.

Que la condición sea favorable para la mujer mayor o la abuela, se entiende por el hecho que tod@s son descendientes de ella. Pero también l@s herman@s de ella, pueden tener atribuciones específicas en la educación de sus sobrin@s.

En estas sociedades no había una ley establecida. Los conflictos se resolvían en asambleas donde participaban tod@s, tomando en cuenta las circunstancias y resolviendo el caso concreto. Las principales decisiones se tomaban por consenso, lo cual significaba que, se debía escuchar por mucho tiempo para tener una opinión adecuada a los aspectos del caso[5]. Las tribus vivían sin grandes conflictos, en base a la ayuda mutua y en base a tabúes[6].

Es muy notable que en las sociedades matrifocales no habían clases sociales. Hoy en día, aún existen sociedades como esas, por ejemplo l@s Navajo en Arizona, EE.UU. o l@s Truk en las Islas Carolinas. En estas sociedades cada un@ debía involucrarse en la producción de alimentos. L@s que jugaban un rol de líder no tenían la potestad de imponer algo a alguien, solamente podían inspirar a l@s demás con su ejemplo o con su conocimiento.

En esas sociedades, no se concebía la propiedad privada, era así que l@s recolector@s compartían su cosecha entre tod@s l@s miembros del clan, igualmente como l@s cazadores compartían su presa con tod@s.

Todo el clan era responsable de los actos de cada un@ de sus miembros y a su vez, cada un@ era responsable de sí mism@. Si había alguna falta o abuso hacia algún miembro de otro clan, no era solamente el individuo quien asumía toda la responsabilidad, sino que todo el clan tenía que reparar el daño causado.

 

Monogamia-poligamia

En las sociedades matrifocales era la mujer la que elegía su pareja sexual, puesto que ella vivía en el clan con su madre, tí@s y herman@s, ella estaba en una posición decisiva, mientras el varón tenía que esperar la invitación de la mujer, a la inversa de lo que sucede habitualmente en el presente, cuando la mujer espera la proposición del varón.

Desde las teorías de la evolución, no hay evidencia de que la mujer tienda espontáneamente a la monogamia, ni de que el varón tienda espontáneamente a la poligamia. Por el contrario, sería más favorable que la mujer tuviera hij@s de diferentes varones, para aumentar la diversidad genética y así la descendencia tenga más posibilidades de adaptación al medio, y de supervivencia.

En sociedades matrifocales la poligamia es lo habitual, practicada por mujeres y por varones. Viajer@s y misioner@s que han visitado sociedades matrifocales, se sorprendieron por las diversas prácticas sexuales de mujeres y varones, pues no podían entender que esto no provocase situaciones de posesividad (celos). En relaciones de pareja, no era habitual la exclusividad sexual, ni que la relación perdure hasta la muerte del varón o de la mujer. La castidad no era reconocida como virtud en las sociedades matrifocales.

 

Resumen [7]

Es indudable que, en la antigüedad existían sociedades matrifocales dispersas por el mundo, en grandes asentamientos. Estas sociedades permanecieron vigentes durante decenas de miles de años.

La técnica

Las técnicas de cultivo de plantas, de crianza de animales, de tejido y de alfarería, existieron antes del surgimiento del patriarcado en las sociedades. Además, ya existían nociones de los procesos químicos en la curtiembre y en los tintes.

Habían técnicas de canalización, de riego, sistemas de aseo humano en Creta, en las sociedades etruscas y en las Américas. Además existían conocimientos de astronomía, así como también técnicas de construcción.

En las sociedades matrifocales, las técnicas podían ser consideradas suaves o flexibles, porque se basaban en la observación del medio ambiente, trabajando en correspondencia y adaptación con ese medio, en comparación a las técnicas duras o estrictas que se aplicaron durante el patriarcado y hasta la actualidad.

Sociedad en equilibrio[8]

El aspecto más fascinante de las sociedades matrifocales es la organización política, que no necesitaba el ejercicio del poder, sino que se basaba en el trato amable, afectuoso y sincero, buscando siempre el consenso. Esto quiere decir que, se compartían los bienes equitativamente, la colaboración era la única regla y se intentaba evitar situaciones donde hubieran conflictos de intereses. Para vivir en equilibrio con el medio ambiente, se mantenía estable la cantidad de miembros de la comunidad, a través de prácticas que prevenían los embarazos. Existía una aspiración de conservación, y la mejora estaba dirigida hacia el bienestar de la comunidad.

En las sociedades matrifocales no se han encontrado huellas de guerras, ni armas, ni construcciones de defensa, ni pinturas con motivos de violencia o guerra. Es destacable que, la humanidad haya vivido decenas de miles de años sin guerra. Esto contrasta frente a la opinión común, de que la guerra es un comportamiento inherente a la humanidad.

La comunicación

En las sociedades matrifocales se usaban diferentes formas de comunicación no verbal, como la artesanía, el arte, la música, el baile, la fiesta, etc. Estas expresiones y actividades representaban gran apertura emocional, que generaba bienestar.

Poco a poco, l@s human@s a través de la historia, nos fuimos dando cuenta de cuán importante es que una construcción sea bella, y se integre armónicamente en el paisaje; qué reconfortante es la comida saludable, sabiendo de dónde vienen los alimentos; qué encantadora es la música, qué poder tiene el baile, etc. Características también procedentes de lo matrifocal.

Y no olvidemos del principio del eros que, estuvo tan presente en estas sociedades matrifocales y que se muestra en las pinturas, llenas de escenas de sensualidad, de agua, de flores, etc.

Incluso la emoción de la tristeza estaba muy presente, puesto que la gran diosa también incluía el aspecto de la muerte, presintiendo esa conexión con todo lo existente, todo lo que muere.

Reconciliación con las energías del medio ambiente

La gran diosa, también era la diosa de la muerte. Ello es muy evidente en Catal Hüyük, donde en la misma sala estaba la diosa en posición de parto, y en la pared opuesta, aparece como diosa de la muerte. Sin embargo, ante los terremotos, períodos de sequía, etc. también los miembros de las sociedades matrifocales, intentaron complacer a diosas y dioses, mediante ofrendas de objetos, animales y hasta human@s.

No existían dogmas ni polarización

Las sociedades matrifocales no reconocían verdades absolutas o dogmas. Nadie intentaba adoctrinar a l@s demás. Por ese motivo, se intuye que los conflictos basados en creencias e ideologías, provienen de un sistema patriarcal.

En sociedades matrifocales no había separación entre cuerpo y espíritu, ni entre bueno y malo, ni entre lo material y lo inmaterial. Esto se nota en los motivos pintados en las cerámicas, donde símbolos de muerte y de vida están lado a lado, conformando una totalidad.

La muerte estaba muy presente en los símbolos, para recordar que la vida no es para siempre. La gran diosa tampoco está por encima de las demás formas de vida, como sucede con los dioses de las religiones, sino que la gran diosa es la vida misma. Por eso tampoco necesita de un diablo, al cual se le deba acusar por las cosas penosas/dificultades de la vida.

La identidad del varón

En las sociedades matrifocales, los varones pudieron haber estado desfavorecidos en distintas actividades de la comunidad. Posiblemente, estas fueron algunas razones:

  • Biológica, porque el varón no se embaraza.
  • Matrifocal, porque el varón usualmente era ajeno a la tribu de la mujer.
  • Laboral, porque la mujer generó los primeros oficios, como la agricultura, la cerámica y el tejido, tareas en las que el hombre ejercía el rol de ayuda.

La relación entre sexos[9]

Las representaciones de genitales masculinos y femeninos, eran símbolos recurrentes en las culturas matrifocales, razón por la que se deduce que, la sexualidad era valorada de manera instintiva y espontánea en esas sociedades, tanto por mujeres, como por varones.

En lo público y en lo privado, existía equidad entre sexos, y no se adjudicaba un rol pasivo a la mujer, ni un rol activo al varón. No existían, ni machismo, ni feminismo en las sociedades matrifocales. En los cantos de seducción, se alababan la belleza y la fuerza de l@s amantes, que eran atributos de ambos sexos.

Sin embargo, es importante mencionar que, era la mujer quien elegía habitualmente a su pareja. Esto pudo producir un sentimiento de inferioridad en algunos varones, como les sucede actualmente a algunas mujeres, al esperar que el varón les conquiste.

En las sociedades matrifocales no se conoció rechazo hacia otras formas de vivir la sexualidad.

Igualdad

Un elemento de las sociedades matrifocales es la igualdad. En Catal Hüyük las tumbas eran muy semejantes. Existían muy pequeñas diferencias entre trabajadores, debido a sus labores específicas.

En el mundo de dioses y de diosas, no existían tareas específicas para un@s y para otr@s. Habían dioses de fertilidad de ambos sexos, dioses del amor de ambos sexos y dioses de la muerte de ambos sexos.

Tampoco habían esclav@s. Ni hombres, ni mujeres necesitaban propiedad privada, prestigio o poder, de ahí que se percibían como iguales.

La situación de l@s niñ@s

En sociedades matrifocales, eran las mujeres las encargadas de transmitir la cultura a la próxima generación. La persona más importante en la tribu era la madre mayor (abuela, suegra).

En las tribus patrilocales[10], las madres seguían teniendo el rol principal dentro de la pareja, aunque podían ser reemplazadas por otras mujeres de la tribu, si se producía alguna eventualidad entre l@s progenitores.

Sin embargo, para l@s hij@s siempre había apoyo de l@s demás miembros de la comunidad, porque su cuidado no dependía de que sus progenitores sigan junt@s. L@s hij@s tenían de por vida, el derecho de regresar a la tribu de origen, incluso con edad avanzada, un derecho válido para varones y mujeres.

En la actualidad, el cuidado de l@s hij@s depende de que se mantenga la unión de pareja. En caso de haber un conflicto que produzca la separación de la pareja, se convierte en inestabilidad para l@s hij@s que, no cuentan con una comunidad de respaldo.

Sociedades matrifocales hoy en día

Las sociedades matrifocales aparentan ser utópicas. Sin embargo, existieron en todos los continentes y aún se mantienen actualmente, con las mismas características anteriormente descritas.

Existen sociedades matrifocales en la actual China, pero son desterradas hacia zonas áridas. La etnia Han, la más importante, es patriarcal, y pretende dominar a las demás etnias.

Es en la actual Indonesia donde aún permanece la sociedad matriarcal más grande del mundo. Son l@s Minangkabau que, se compone de unos 9 millones de personas.

 

Glosario

Algunas definiciones referenciales:

– Matriarcal: Dominio jerárquico de las mujeres/madres sobre las demás personas.

– Matrifocal: La mujer/madre representa el centro de la sociedad y la familia, sin orden, ni jerarquía. La influencia es ejercida por la madre mayor (abuela) y su entorno.

– Matrilineal o matrilinaje: Define su sistema de descendencia y herencia a través de la línea materna.

– Matrilocal: La residencia de la nueva pareja unida, es en el mismo lugar o muy cerca a donde habita la madre de la esposa, junto a sus parientes.

– Patriarcado: Dominio de pocos hombres sobre las demás personas, basándose en jerarquías, mando, competición y uso de la fuerza.

– Patrilineal o patrilinaje: Define su sistema de descendencia y herencia a través de la línea paterna.

– Patrilocal: La residencia de la nueva pareja unida, es en el mismo lugar o muy cerca a donde habita el padre del esposo, junto a sus parientes.

[1] – Casilda Rodrigáñez, El asalto al Hades, la rebelión de Edipo. Disponible en el internet.

– Riane Eisler, La Cruz y la Espada, Nuestra historia, nuestro Futuro. Ed. Cuatro Vientos, Santiago, Chile

– Carola Meier-Seethaler, Ursprünge und Befreiungen, Ed. Opus Magnum, Stutgart

– Varios, Los celos y ser fiel, Ed. minilibros – Terra Nova Bolivia, La Paz.

[2] En adelante se usará la forma abreviada de “Antes de nuestra era” como a.n.e. y de “Nuestra era” como n.e.

 

[3] Se usa la “@” arroba en este texto, para hacer referencia a ambos sexos.

 

[4] Acracia, es el tipo de organización en la que, cualquier tipo de ejercicio de poder es innecesario, y se propone un orden social basado en el principio de no invasión, en el que las pautas de convivencia sean resultado de acuerdos voluntarios, y donde se rechaza cualquier imposición por la fuerza. El concepto de ‘acracia’ se distingue del de ‘anarquía’, pues mientras ‘anarquía’ alude solo a la ausencia de un gobierno o Estado que dirija la sociedad, ‘acracia’ supone la ausencia de todo tipo de poder, de dominio y de uso de la fuerza (coerción).

 

[5] Así sucede actualmente en comunidades del altiplano boliviano.

 

[6] Tabúes eran las prohibiciones como forma de control social, originadas en el aprendizaje de varias generaciones. Aunque, con el paso del tiempo, los motivos de los tabúes van cambiando, y dejan de estar vigentes. Por ejemplo, el tabú de no comer carne de chancho.

 

[7] El resumen de este primer tomo de la colección, incluye estudios etnográficos de sociedades matrifocales actuales.

 

[8] En esta colección de libritos, proponemos el uso del concepto de equilibrio, como alternativa a los conceptos tradicionales y abstractos de “paz”, “pacifismo” y “no violencia”, pues creemos que es importante utilizar un lenguaje favorable y propositivo hacia lo que deseamos lograr, dejando atrás los conceptos de dualidad que ya cumplieron su ciclo.

 

[9] El sexo es una característica biológica (por el cuerpo y su funcionamiento) en hombres y mujeres. El género, en cambio, es una concepción cultural de la conducta que se considera apropiada para cada sexo, según un lugar y un momento determinados. El género plantea una serie de roles culturales; por lo tanto, es un producto cultural inestable que no puede ser usado como evidencia para el campo del estudio.

 

[10] Ver Glosario, al final del librito.

 

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1 respuesta

  1. Ximena dice:

    Gracias Don Pedro ! Me gustaría suscribirme . Hablar de género, entender el lenguaje patriarcal, masculinidades arraigadas, buscar una sociedad en equilibrio, compartir desde mi experiencia las desigualdades, la violencia y otros aspectos en los que estoy trabajando con vehemencia . Estoy como mentora en voces vitales , Bolcanas políticas públicas de equidad y diversidad , camebol : cámara de mujeres . Somos líderes de la mesa genero del pacto global . Y hay mucho por trabajar .