Si se habla de política de población uno piensa, en primer lugar:
¿cuánta población sería deseable para Bolivia?
Sin embargo, hay otra pregunta mucho más importante:
¿Con qué velocidad queremos crecer?
En este texto se analiza las diversas miradas y situaciones por la que atraviesa el crecimiento poblacional. Las implicaciones para la familia, para la sociedad y para el Estado. La problemática en las ciudades y en las áreas rurales.
Se analizan las consecuencias del fin del petróleo y de los impactos del cambio climático en relación a las consecuencias del crecimiento de la población.
Los occidentales, al haber absolutizado a la persona, nos hemos puesto un obstáculo para pensar objetivamente cuánta población puede soportar un territorio, a cuánta gente podemos dar de comer, habitar, educarse: dar oportunidades para vivir bien. ¿Un hijo, dos, tres…? ¿Cuánto es lo razonable para que el planeta no implosione? ¿Es esta una pregunta políticamente correcta? El Círculo Achocalla sigue planteando preguntas.