Saneamiento de tierras promueve acceso al crédito y reconoce derechos de las mujeres
Fundación TIERRA: El acceso al crédito, el reconocimiento del derecho de las mujeres a la titulación y mayor involucramiento de los residentes en las comunidades son impactos significativos que tuvo el saneamiento de tierras en el altiplano norte de La Paz. A esos resultados de carácter individual se suman efectos colectivos como el empoderamiento y fortalecimiento de las organizaciones en las comunidades, según la opinión de autoridades originarias, sindicales, de comités de saneamiento y otros líderes de los municipios Tiwanaku, Taraco, Guaqui, Caquiaviri y Santiago de Huata, reunidos en Copacabana a convocatoria de la oficina de Regional Altiplano de Fundación TIERRA entre el 27 y 28 de junio.
Los organizadores explican que el propósito de la reunión fue reflexionar y evaluar el proceso de Reforma Agraria en el país a partir de 1996, año de puesta en vigencia de la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). En las dos jornadas de intercambio de experiencias los participantes trabajaron guiados por algunas interrogantes: ¿Qué factores influyeron en la aceleración o retraso de los procesos de saneamiento?, ¿cómo influyó el saneamiento interno?, ¿qué impactos tuvo la regularización del derecho propietario de tierras en las familias y en la comunidad?, ¿cuáles son los desafíos después de la titulación?
Con los títulos de sus propiedades, los comunarios se sienten seguros para invertir en sus parcelas y en consecuencia para buscar un financiamiento crediticio.
La titulación de las mujeres en las comunidades es un cambio estructural en su situación jurídica y social. Los comunarios reconocieron que antes de este proceso los títulos estaban a nombre de los varones. Ahora, opinaron en el evento, no quiere decir que los hombres pierden valor, sino que las mujeres viudas y mujeres solas tienen más derechos. En realidad, la mencionada norma y su reglamento establecen que en el registro de las propiedades familiares, el nombre de la mujer debe anteceder al del varón.
Con el proceso de saneamiento, los residentes retornaron a las comunidades para hacer valer sus derechos y recibir sus títulos. Esto supuso un mayor involucramiento de este sector en las actividades cotidianas de los pueblos y un compromiso para el cumplimiento de la función social en los predios que detentan.
En cuanto a la actuación del INRA, los participantes dijeron que esta institución no les ofreció información sobre el saneamiento. Además denunciaron la ausencia de un plan de saneamiento gratuito por parte de esa institución. Como conclusión sobre este tema, los comunarios piensan que en el futuro el INRA debe entender el saneamiento como un proceso de resolución de conflictos y por tanto debe cambiar su visión técnico legal hacia una visión social del proceso. Dieron que los técnicos del INRA “deben llegar a las comunidades para ayudar a resolver conflictos y valorar a la comunidad la cual ha demostrado que es capaz de realizar el saneamiento interno”.
En el intercambio de experiencias valoraron el empoderamiento de las comunidades a raíz del trabajo de saneamiento. “Con los títulos de propiedad para familias del altiplano la comunidad se encuentra empoderada, con confianza, tiene seguridad jurídica. Entiende que es una forma de agregarse al Estado, tiene confianza para reinvertir en las tierras”, afirmaron.
Los comunarios también hicieron una prospectiva después de la titulación y plantearon que para legitimar la titularidad del terreno después del saneamiento, las trasferencias, o sucesiones hereditarias deben ser normadas por los estatutos comunales, de acuerdo a sus usos y costumbres.
Además de las luces que aportó el proceso los comunarios identificaron algunas sombras que se dieron en el saneamiento, entre ellas, el débil apoyo de sus organizaciones sociales, como la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de La Paz – Tupac Katari (FDUTCLP-TK), las dificultades para la conciliación intrafamiliar sobre los derechos propietarios y la “aparición” (el retorno) de comunarios después de muchos años de ausencia.
Finalmente anotaron cinco importantes desafíos que deberán afrontar las comunidades después de la titulación: el pago de impuestos, la migración, la participación de los residentes, el cumplimiento de la función social, la necesidad de proteger a la comunidad y cómo conectar el interés y propiedad individual con el interés y propiedad colectiva.